miércoles, 29 de agosto de 2012

El culto a la NO BIO-LENCIA

Y bueno, no se porque se me dio por escribir al respecto, pero creo que es algo con lo que nos topamos muy a menudo sin darnos cuenta. Ya he mencionado anteriormente que todos somos UNO, es decir, me explico y re-explico, somos mente, cuerpo, espíritu, somos todo eso y más, somos una red que se inter-conecta con todo lo pensable (y al decir pensable, hago referencia a todo lo que pueda llegar a abarcar nuestra imaginación y más). Somos un micro-sistema caminante dentro de un macro-sistema que está unido y resuena continuamente entre sí.

Comúnmente creemos que agredir al otro (entiéndase persona o ser que habite el planeta Tierra), es algo totalmente ajeno a nosotros mismos, que hacer daño implica actuar sobre un ente externo a nosotros, que no nos toca la acción que realicemos o, más aún, que no habrá ninguna repercusión sobre nosotros; sin embargo, es todo lo contrario. El hecho de pensar, actuar o sentir agresivamente hacia un otro es un acto bio-lento hacia nosotros mismos. BIO porque hace parte de la naturaleza del ecosistema en el que nos transformamos continuamente y LENTO porque el tiempo en el que retorna el efecto de la agresión, suele ser un período considerable para que el impacto sea acorde con la misma.

Últimamente, he notado la capacidad destructiva que tenemos para con nosotros y todo lo que nos rodea. Es un apego hacia el dolor que impide ver la luz al final del túnel, que apabulla cualquier intento de libertad del SER. En mi experiencia reconozco que como el refrán "a veces es mejor malo conocido que bueno por conocer", pero hasta qué punto es esto cierto. O, hasta que punto nuestro sistema de creencias nos ha hecho creer como propio esta "verdad".


Este daño que nos ocasionamos consciente o inconscientemente también lo vemos reflejado en el hermoso hogar que tenemos. Me vuelvo a explicar, como mencioné anteriormente somos tanto un micro-sistema como un macro-sistema, y así mismo, en esa interconexión, como efecto dominó todo lo que nos pase a nosotros como individuos también le pasa a ella, a esa madre que nos contiene y nos sostiene, que nos a-barca (como un refugio maravilloso), a esa pacha mama que que brinda sus frutos de manera incondicional como una madre a su hijo.


Por eso cuando se habla de que la humanidad está enferma (de odios, de rencores, de envidias...etc.), también se habla de que la tierra está enferma y sus síntomas son escalofríos (cambios climáticos), temblores (sismos de tierra o marítimos), resequedad en su piel (la tala de bosques y la erosión de la tierra), etc., son situaciones tangibles y experienciables, que nos permiten ser testigos del proceso de auto-destrucción en el que nos encontramos actualmente.

Sin embargo, no todo es tan negativo, si hay luz al final de túnel, si se puede ver, si se puede sentir su calorcito mientras transitamos esta noche oscura que cubre a la humanidad.

Desde hace un tiempo, un grupo de gente alrededor del mundo se ha venido reuniendo y ha venido "despertando" de esa noche oscura. Con fe, con esperanza y sobretodo con mucho AMOR, han comenzado a transformarse a sí mismos y por ende, como efecto dominó, han comenzado a transformar sus entornos más cercanos en semilleros de luz y paz. Han reconocido que su micro-sistema hace parte de ese macro-sistema que somos todos. Que la agresión es sólo una respuesta de temor ante la presencia de una amenaza, del sentirse amenazados, y se han dado cuenta que "lo que te haga a ti, me lo hago a mi", y en resonancia a ello se ha generado un culto a la no bio-lencia, donde el respeto y la tolerancia son el pilar fundamental del mismo, donde la diferencia con el otro, es lo que más me une y me hace igual a él. Han perdido el miedo al cambio, a lo extraño y se han hecho responsables de los efectos de sus acciones sobre el planeta y sobre sí mismos.

Es por esto que mi invitación en el día de hoy es el de perder el miedo a lo diferente, es el de aprender a bajar la guardia, reconocer que lo que nos cuesta aceptar en el otro, es simplemente un reflejo de algún aspecto que nos cuesta aceptar en nosotros mismos. No somos tan diferentes o tan distantes de aquél que nos hiere, que nos miente, que nos agrede, somos similares, somos el mismo ser asustado que actúa ante la más mínima amenaza de lo que el considera que es su espacio, su momento o su lugar. Hagamos un culto de la no bio-lencia para comenzar a sanarnos, y así sanar a nuestra madre. Pensemos, sintamos y vivamos con amor (no digo que siempre será sencillo, pero si no comenzamos ahora, entonces cuándo???), desintoxiquemos nuestro cuerpo TERRENAL de todo aquello que no nos permite SER y SEAMOS en función de la única misión con la que vinimos a encarnar en este mundo, la de SER FELICES!!!!!




miércoles, 22 de agosto de 2012

La Banda Sonora de tu vida

Y quién no ha sentido esa rara sensación cuando escucha una letra o una melodía que te hace viajar en tu propia máquina del tiempo a lugares maravillosos, o a momentos que creíste olvidados...que te hace gritar a los cuatro vientos o te deja literalmente sin voz....sí, efectivamente, creo que todos lo hamos sentido y ha sido gracias a una maravillosa magia llamada música.

¿Qué es la música?


Bueno, desde mi punto de vista, la música (para mi) es un medio de canalización de cualquier emoción y de cualquier pensamiento. Me explico, a lo largo de mi vida (como siempre, me centro en lo que he vivido y lo que me ha pasado para poder hacer referencia a lo que quiero manifestarles), la música ha atravesado cada momento de una manera particular. Como mencioné al comienzo, tengo múltiples bandas sonoras (BS) hasta re-editadas según los contextos, por lo que han tenido diversos significados según lugar o situación, y gracias a esas BS he podido transitarlos de manera más calmada dándole una interpretación más positiva o si se quiere hasta más "sana".

La música, creo que se puede comprender desde dos parámetros, ya sea como un medio de expresión o como un vehículo de descarga (suena parecido, cierto?). Cuando me refiero a un medio de expresión, hago referencia a un espacio por el cual puedo liberar todo aquello que llevo apriosionado y no me permite tener un bien-estar. Por ejemplo, un duelo no resuelto, una bronca por alguna discusión, un recuerdo de una mala situación, un miedo aún poco explorado. En el caso de vehículo de descarga, hago referencia a cuando me a-propio de ese elemento y lo utilizo para descargar o depositar en él la sensación o situación que me afecta, como por ejemplo: el hecho de componer un tema, de gritar (ya que el sólo hecho de gritar implica de por sí un sonido, y desde que haya un sonido hay música). Por tanto en el primer caso, la música es un canal, y en el segundo, la música es en sí misma el objeto de la descarga, es decir, de lo general se pasa a lo particular.

 

Un sonido eterno

La vida misma es un sonido eterno, un sonido completamente interminable. Wowww...vaya expresión tan cierta, hasta yo me asombro de ella, y cuando la releo para continuar me doy cuenta de la dimensión e inmensidad de estas palabras.

Desde el principio de los tiempos, la música ha acompañado cada proceso histórico de la humanidad, siendo inicialmente los sonidos guturales, cortos y secos los que habitaban la superficie terrestre. Con el paso del tiempo y la evolución del lenguaje como medio de comunicación, la complejidad de estos sonidos fue transformando su su estructura de simple a más compleja, reconociendose ya no sólo  los propios sonidos emitidos por el hombre, sino también, los encontrados en la naturaleza, ya fuese el viento, el correr del agua, los animales, etc.

Ésto, ha permitido que la música esté en un constante proceso evolutivo, es decir, que sea DINÁMICA, que su constante movimiento haya ido acompañando el paso del tiempo, como por ejemplo, en la edad primitiva cuando los primeros hombres utilizaban la música a nivel ritualístico para simbolizar períodos de caza, guerra, cambios de tiempo, etc.; posteriormente en la época greco-romana, el culto y la adoración a los dioses iba acompañado de cánticos y narraciones que permitían dar cuenta de las proezas de sus guerreros y la magnificencia de sus creencias; así mismo, ya en una época más contemporánea se creía en el poder curador de la música (como es el caso de la Tarantela, que se utilizaba como una forma de poder "neutralizar" el venéno de una tarántula, con los movimientos corporales que ésta abarca); ya, en la época colonial y de conquista, fue utilizada como un medio de cristianización por parte de sacerdotes y frailes, y bueno....si seguimos así, se podrá notar como en toda la historia de la humanidad la música ha tenido un lugar verdaderamente significativo y preoponderante.

  

Algunos ejercicios varios...


Bueno....ya hemos visto algo de historia, algo de teoría, pero pasemos a lo más importante la práctica. La mayoría de los textos que leemos, nos inhundan con un millar de palabras que terminamos no comprendiendo mucho, o en su peor defecto, repitiendo en la repetidera. Por eso ahora, desde mi experiencia y desde lo que he utilizado y vivido terapéuticamente les comentaré una tips que me han ayudado muchísimo...

Primero, considero que todos tenemos este tipo de conocimiento, pues lo hemos aplicado muchas veces de manera "instintiva" sin darnos cuenta de ello. Cada uno reconoce que música le atrae más, qué música le llega al alma y así mismo que música escucha según su estado de ánimo. Ese sería el primer tip, identificar qué tipo de música utilizamos en nuestra cotidianidad y aprovecharla para reconocerla y posteriormente aplicarla a nivel terpéutico, ya sea para relajarnos, calmarnos, descansar, activarnos, etc.

Otro tip, es reconocer nuestros propios sonidos y aprovecharlos, nuestro cuerpo es una completa cja musical de diversos ritmos y tonos, la respiración, la deglución de la comida, el caminar, el movimiento de nuestros brazos, dedos, palmas de las manos. Cada parte genera un sonido y a través de él podemos sanar esa misma parte. Re...conociendo...nos... esa es la parte clave. Aprovechar cada sonido para crear una sinfonía divertida que nos permita salir de nuestra cotidianidad (el punto acá es entrar en contacto con nosotros mismos y lo que nos dice nuestro cuerpo, escucharlo....).

Algo fundamental que utilizo mucho es la música instrumental, como por ejemplo la músic autóctona de tambores africanos, si quiero movilizar energías o si necesito que la persona despierte, la música más calmada como la de meditación, yoga o reiki, si lo que necesito es que el otro entre en un estado de calma y serenidad, por esto les coloco esta información a manera "cultura general":


Insomnio:
Nocturnos de Chopin (op. 9 nº 3; op. 15 nº 22; op. 32 nº 1; op. 62 nº 1)
Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy
Canon en Re de Pachelbel

Hipertensión:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
Serenata nº 13 en Sol Mayor de Mozart

Depresión:
Concierto para piano nº 5 de Rachmaninov
Música acuática de Haendel
Concierto para violín de Beethoven
Sinfonía nº 8 de Dvorak

Ansiedad:
Concierto de Aranjuez de Rodrigo
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La sinfonía Linz, k425 de Mozart

Dolor de Cabeza:
Sueño de Amor de Listz
Serenata de Schubert
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov

Dolor de estómago:
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi

Energéticas:
La suite Karalia de Sibelius
Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossini


Pero lo más importante es crear, es experimentar, no quedarse sólo con lo que se menciona acá, la música es creación y por tal motivo debemos apelar a nuestra creatividad, teniendo siempre en cuenta que no todo funciona para todos, ya que cada uno es un universo universal (aunque suene redundante... LO SOMOS...) y por tal motivo tenemos la capacidad de crear un sinfonía de la vida misma, así que aprovechemos esa capacidad maravillosa de musicalizar nuestra existencia.

Y como no me podía ir sin dejarles un videito, acá va la mayor experiencia musical que he tenido en toda mi vida y que sigo teniendo cada vez que la veo...ojalá la disfruten tanto como yo...



Y como diría Jairo Aníbal Niño, poeta Colombiano: "Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si?... Sí, Mi Sol, Sí..."