jueves, 20 de junio de 2013

...vacío...

...hablar de vacío es hablar de algo hueco, profundo, es algo....no encuentro las palabras para hacerlo en este momento... es algo frío e incómodo, que asusta y avergüenza...bueno, eso nos han dicho y así lo hemos vivido....así lo he vivido...

...parece que todos últimamente estamos haciendo vacío, de aquello que nos sobra, de aquellas capas de cebolla (como diría un ángel muy bello) que no van más porque estamos floreciendo más que nunca, más que siempre...como en el otoño deshojamos, nos caemos, nos mudamos de piel, nos transformamos, así se siente, así se vive un vacío, como un proceso de cambio interior, como un medio de purificación, de muerte interior...y en esa muerte rindo culto a la vida que comienza a nacer...

...envuelta en mi vacío, me acompaño y me cobijo, me abrazo y me envuelvo, si bien comparto con almas afines, me entrego ahora al silencio, a escribir, a sacar, a vomitar todo aquello que me produce un mal-estar...me voy eximiendo de todo aquello que ya comienza a no tener sentido en mi vida para comenzar a sembrarme, para poder regarme  y cultivarme...

...amo profundamente los procesos, amo, como quien se entrega a la luz y al calor humano mis momentos de soledad, porque en ellos, cuando estoy en soledad, estoy conmigo, en mi, amo morir cada tanto porque me doy a la vida cuando lo hago, porque no me se estática, sino dinámica, amo...simplemente amo cada viaje al interior...y rindo tributo a mi oscuridad...rindo un culto y una adoración impecable a mis zonas más lúgubres, las abrazo y las perdono, me encuentro en ellas y les hablo, me abro en su inmensidad y en ellas me habito nadando, sabiéndolas mías, sólo mías y compartiendo mi vida con ellas...

...lamento no sentirme la misma, lamento ser diferente, lamento ser injusta, lamento ser egoísta, y en mi lamento me satisface el saberme humana, hermana, amiga, compañera, hija, madre...

(Video)

...mudando de piel, en la noche oscura voy a mi encuentro, tengo una cita con la maravillosa muerte, y esta vez no voy asustada, y esta vez no huyo, esta vez voy consagrada a mi vacío, consciente de mi amor por la muerte, y como una doncella que se encuentra frente a la vida por primera vez, me arrojo al vacío agradecida de mi posibilidad de morir, de mi posibilidad de descender a lo más profundo de la tierra, de encontrarme con Gaia, abrazarla y enredarme en sus brazos, arrullando mi partida y alumbrando mi llegada...

...serena voy viéndome en el espejo de mi pasado, desprovista de
mis ropas me encuentro desnuda en alma y cuerpo, observando, latiendo, enlazándome con todo aquello que me ha traído hasta aquí...proceso bendito, proceso mágico de autogestión, de sanación...mi reflejo extraído del afuera se desvanece, se va....simplemente se va....y la vela que generaba aquella sombra se extingue, se apaga...ahora...a oscuras me siento para poder comprender que la nada y el vacío lo son todo, son mi todo...y en ellos me descubro siendo, haciendo, sintiendo...

...en el frío del suelo, con el frío del aire, con las llamas de mi fuego interior casi apagándose, me siento más viva que nunca, me siento, es eso, me siento, latiendo poco a poco me recobro en mi misma y lloro, si que lloro, las lágrimas brotan por mis ojos, por mis manos, por mi piel, por mi cuerpo y me siento....me siento como nunca, me siento siempre, me siento y siento.....sólo eso....siento...siento que la vida me espera, que los miedos me aguardan, que las incertidumbres permanecen ahí, esperándome, alistándose a mi próxima caída para apoderarse de mi, para ser angustia, para hacerme perder, y río, río porque se que otra vez pasará y estaré nuevamente en el suelo frío, con el aire frío y las llamas a punto de extinguirse...pero no me importa porque se que me levantaré y continuaré, no seré la misma, no soy la misma de hace un instante ni seré la misma de mañana, y eso es lo que me permitirá continuar erguida, de pie, arrasando como un huracán que levanta y purifica a su paso, así.....así.....así lo haré con mi presencia, con mis silencios, con mis sonrisas, con mis lágrimas, con mi vida...

...vacío hermoso y profundo, siempre estás y estarás, permaneces para recordarme que la muerte es el lugar más maravilloso para re-encontrarme, para re-conocerme, para habitarme...vacío de muerte, eres el vacío que me da vida y que me trae nuevamente a ella...te honro, bendito seas....déjame morir siempre en tus brazos porque tu le das sentido a mi vida, y mi existencia se transforma cada vez que vienes a visitarme...vacío de creación...vacío...hay vacío en mi interior...





martes, 18 de junio de 2013

Ciclos

Comenzar, transitar o finalizar ciclos... de eso depende la vida, bueno, la mía por lo menos. A mis 30 años, siento que he transitado por un sin número de situaciones que me han llevado cuesta arriba y cuesta abajo sin saber ciertamente dónde terminará o dónde comenzará todo... de nuevo.

Hace muuuucho que había comenzado a escribir esta entrada, algo me detuvo, o mejor, me detuve porque no sabía cómo continuar. Ahora, tras varias semanas o incluso meses, me enfrento a momentos de muchos ciclos que cierran y muchos que comienzan... se, soy consciente en esta noche fría que todo depende de mi, de lo que quiera hacer con ellos y en ellos, de como quiera seguir caminando.

Mis ciclos... vaya frase, soy una mujer muy cíclica, muy "procesual" (si es que esa palabra existe) a la que le cuesta transitar sus sombras y aceptar sus luces, por esos mis ciclos son intensos, y me dan la facultad de saberme completamente frágil y vulnerable... niña, esa sería la palabra perfecta. Mis ciclos son el proceso de cambio de niña a mujer, a la mujer que soy o que pretendo ser hoy en día, con todo lo bueno y lo malo que ello implica.

No te ha pasado alguna vez, que sientes que se acerca un final y ¿todo a tu alrededor te lo recuerda?, la música, la tele, los mensajes en la radio, los avisos publicitarios, tus conocidos, tu familia.... tu mism@... pues ese, es mi momento de vida, momento que siento que revivo muy seguido últimamente y que me invita al silencio, al encierro, a la calma, a la quietud... "dejar quieto el lago tras la última piedra arrojada, para que después de que pasen las ondas, que se tranquilice la superficie, poder ver claramente el fondo".

Mi fondo, mi eterno fondo en el que tantas veces me he escondido a mí misma, que me asusta por su luz y por su sombra, es al que me atrevo a aferrarme y a arrojarme en este instante. Aquel viejo amigo/enemigo que ha sido tan escurridizo, que en su timidez se ha mostrado apático a todo contacto humano es con el que debo emprender un nuevo y maravilloso viaje, un viaje a las profundidades de mi ser...


Serenar mi expectativa ante lo que pueda llegar a encontrar va a ser la tarea más difícil, el no anticiparme, el cruzar cada sendero con calma, con entrega, con la dulce espera de una madre que se encuentra en su labor de parto, así será este recorrido, así me siento en este instante, siento que me estoy pariendo a mi misma, que me doy la oportunidad de renacer, como el fénix, pero no desde los infiernos, no desde las llamas, sino desde la vida misma, renacer a la vida y en la vida, apropiarme de mi cuerpo, de mi mente, de mi alma, de mi existencia.

Darme luz... darme a la luz... traerme a la luz será un proceso maravilloso y consciente, será un acto de amor enteramente sublime, un acto de conexión con el universo, con la tierra, con el cielo, con el aire y con mi propio fuego. Será un encuentro de paz y una re-conexión con todo lo absoluto e inmutable que me habita, desde ya decreto el baile de la vida en esa maravillosa experiencia.

Aprender a ser yo... aprender a ser mujer no ha sido algo sencillo, como la mayoría de las mujeres he vivido condicionada a lo que la sociedad espera de cada una de nosotras, y así mismo, a los mandatos que asumí como propios. En mi búsqueda constante mi corazón ha latido en múltiples dimensiones y en todas se ha perdido y también se ha encontrado, y me da felicidad el sentirme una ciudadana de mi propio mundo, con la capacidad para opinar y decidir, por eso, decido darme a luz en estos nuevos ciclos que comienzan.

Pero... ¿qué serían los nacimientos sin la muerte misma... qué sería de la vida sin esa parte que nos recuerda lo finito de nuestros ciclos? Creo que falta mucho por comprender en la existencia humana de que las dualidades existen para demostrarnos que somos, vivimos y permanecemos en una unidad constante. Desligarnos de la fuente, de la raíz de nuestra esencia es lo que nos distancia del equilibrio, es lo que nos trae de nuevo a las sombras y nos ayuda a perdernos en nuestros propios laberintos.


Hoy, un día después de que comencé con intensidad a escribir estas palabras, tomo un sentido distinto para mi el aprender a despedirme, re-significo agradecida este primer paso de este maravilloso proceso, en silencio, casi todo el día, he permanecido ansiosa, y reconozco que me produce ternura y placer el saber que sigo siendo en el fondo la misma. Darse a la tarea de tener aprendizajes constantes o vivir procesos continuos no quiere decir que te des a la tarea de alterar tu esencia, todo lo contrario, el camino a esas transformaciones es un medio para darte cuenta de que sigues siendo tú todo el tiempo, de que debes serlo a pesar de lo que te digan, y lo más importante, de lo que te digas. 

Hablaba con una amiga en la tarde y le comentaba de este proceso y me vi tan reflejada en lo que ella me decía, desde su propia esencia me comentaba que también está en un proceso, en un período donde comienza a finalizar muchas rutas emprendidas desde hace tiempo, y me decía a mí misma, mientras la escuchaba, que no somos tan diferentes de los otr@s, que aquello que consideramos que nos da la facultad de abstraernos de los demás, es lo que más nos une.... más no nos ata!!! En mi particularidad soy el reflejo de la particularidad de otros, y así formamos una red inmensa, hermosa, una red de transformación y cambio de conciencia. Este despertar, si así se le quiere llamar, es una invitación de mi parte a seguir removiendo en mi interior todo mi ser, a arrasarme como un remolino y levantar así el vuelo, para llegar tan alto como sólo yo puedo hacerlo.

Más serena y con mucha paz me dispongo a entrar en mí, sin perderme del mundo, siendo
consciente de cada uno de los latidos de mi corazón, me escucho y me reconozco con la mayor lucidez dentro de esta hermosa locura que es perderse en sí mism@.... que no se acabe nunca este viaje, sin tanto miedo, con la sonrisa en mis ojos de que todo está configurado de la mejor manera posible, me entrego a este maravilloso universo lleno de profundo amor para seguirme san-ando mientras continúo caminando. Celebro la vida y mi uterización, bendigo mi capacidad de ser mujer y mi conexión con tod@s aquell@s otras valientes que se atreven a recorrerse a sí mism@s....guerrer@s etern@s, gracias por aparecer un@ a un@ en este mágico viaje... Nos bendigo...!!!!