sábado, 26 de enero de 2013

Ser Mujer

Puffff.... jajaja es un título algo complejo, dice mucho, es muy corto, se espera demasiado al leerlo y hace referencia a un mundo tan.... wowww profundo, sensato, locuaz, en fin..... hay mucha tela por cortar.

A mis treinta años, ser mujer ha sido y sigue siendo un proceso que me ha llevado muchos años en construir y sobre todo en descubrir. Muchas, por no decir todas, venimos sin un manual de cómo serlo, y a pesar de que tengo tres hermanas mayores, mamá, sobrinas, tías, primas, amigas, conocidas y demás, es un proceso íntimo y muy personal, ninguna aprende a ser mujer con la experiencia de otra mujer, sino sólo con su propia experiencia. Cabe decir que un consejo nunca está demás, pero si no se asemeja a lo que deseamos o esperamos escuchar según nuestra voz interior, va a ser muy difícil que lo incorporemos de manera significativa. En definitiva, sólo oímos lo que queremos oír (y no sólo las mujeres, también los hombres, lo hacen, parece ser una característica muy humana....).

En lo personal no se me ha hecho fácil el aprender a ser mujer, pese a los múltiples ejemplos y modelos que he tenido. En mi solemne y absoluta terquedad (característica muy femenina al ser mujer, al menos de mi parte, para no generalizar) me he equivocado con conciencia y alegría al tratar de seguir la experiencia de otras mujeres y al no arriesgarme al crear una propia, cuestión que como habrá de esperarse me ha generado risas, lágrimas y muchas historias que recordar.

Pero lo más importante, la razón por la que me animo a escribir estas palabras es porque hablando con Cintia (una amiga de esas hermanas, y una Mujer de esas pocas que te encuentras en la vida) esta mañana, me hizo recordar todo lo que como género hemos venido trayendo en nuestras espaldas (propio, adquirido y muchas veces heredado) y me hizo sentir mucho más mujer el identificarme con sus palabras, con su sentir y con su pensar.

Nos han enseñado, nos han dicho, nos han amaestrado desde que somos niñas a que una Mujer es un ser omnipotente, es decir, que todo lo puede, que todo lo quiere, que todo lo necesita y que tiene súper poderes (en cierta manera es algo cierto), otorgándonos una carga muy grande de la cual solo se es consciente con el tiempo, y muchas veces se acepta y otras veces se hace hasta lo imposible para rebelarse ante ello.

Creo que cada una de las mujeres, acepta el ser mujer a su propio tiempo, no hay un ritmo, un momento o un lugar determinado para que decidamos ser mujeres. Muchas veces es una lucha constante. En mi caso, el aceptarme como mujer ha sido el reconocerme desde físicamente como mujer, con mis curvas, con mi SPM, con mi ternura y con mi fuerza, hasta el aceptarme en mis lados oscuros, densos, pesados, turbulentos... todo eso y más soy como mujer. Soy valiente y temerosa, y me acepto en mis procesos. Con mucho por aprender, con mucho por discutir y expresar, soy mujer en crecimiento y en formación.

Una de las preguntas que se me ha cruzado continuamente es el ¿qué es ser mujer?, es decir, ¿cómo sabemos que estamos siendo mujeres?, ¿qué lo determina o caracteriza?, ¿quién puede decir que somos o no mujeres?


"Manos de mujeres" 
Marta Gómez
Álbum: Musiquita (2009)

Si nos miramos al espejo, ¿qué es lo que vemos?, ¿cuál es la imagen que se refleja de forma difusa, en sombras o de la manera más clara, pura y bella? Es tu imagen mujer, es tu reflejo, no el de tu amiga, tu hermana, tu madre, es el tuyo, construido con tesón cada día que decides ser tu. Es la imagen más sublime que podrás algún día ver, justo como miro a la Luna en lo alto a través de mi ventana mientras escribo estas cortas letras. ¿Por qué será que cuesta tanto reconocerse como mujer, cuál es el temor que se tiene al aceptar el propio poder que por derecho tenemos al ser madres, hermanas, consejeras, amigas, amantes, hijas... al ser mujeres?

Mujer de piel suave, de voz fuerte, mujer que contienes y abrazas a la vida misma con tu vientre, valiente eres por erguirte con todo tu ser, has sido musa e inspiración, has sido creación y magia en plenitud y totalidad. Date el espacio de sanar tus heridas, date el permiso de mirarte desnuda y maravillarte de la majestuosa obra que es tu cuerpo, cada centímetro que lo conforma es perfección hecha carne, nada le sobra y nada le falta, pues has sido moldeada de manera única e irrepetible para dejar huella tras tu pasar. Reconcíliate contigo misma, olvida tus temores, olvida los debería y los tendría, borra de tu mente la imagen de perfección propuesta por el afuera, pues en el aquí y el ahora, en el lugar donde te encuentras como tú solo tú y nada más que eso basta.

Muchas veces me pregunto, que pasa con las mujeres que rompen los moldes, es decir, con las mujeres que no siguen a otras mujeres, sino que se siguen a sí mismas... No son mujeres por el hecho de no tener hijos, o de no tener una pareja (y entiéndase pareja desde lo masculino, porque hasta en eso se ha encasillado el ser mujer), no son mujeres por querer ser algo más que un ama de casa o al contrario, no son mujeres sólo por dedicarse a su hogar y no querer salir de él. Ha sido fácil tu transitar por este camino de ser mujer o ha sido difícil el ser tú misma y el haberte elegido mujer para bajar a este plano. Toma contacto con esa esencia divina que reside dentro tuyo, y pregúntale a tu divinidad por qué elegiste encarnar como mujer para estar en este plano, mientras tanto recuerda que Gaia como toda mujer, como toda madre, te cuida y te provee siempre de lo que necesitas en todo momento. Toma contacto con la tierra y a ella entrega tus temores, tus dudas y tus alegrías.


Ofrenda tu vida y cada ciclo concluido, pues de la tierra venimos y a ella volveremos. En este momento sonrío, porque sin saber quien llegue a leer esto o a quien vayan a ir dirigidas estas palabras, me siento inmensamente abrasada y contenida por todas las mujeres de todos los planos existentes, siento contacto con todo lo femenino y así mismo siento en mi bendiciones de todas las mujeres que ríen, sonríen, lloran, piensan, reflexionan y olvidan estas palabras.

Cintia...que tu transcurrir por este plano no sólo esté lleno de tu constante búsqueda, sino que también sea testimonio de tu ser mujer: conflictiva, altanera, sensible, entregada, cómplice y compañera. Hermana y alma gemela, con amor infinito te dedico estos momentos, que tantas veces tertuliamos con mate y a distancia, hasta que la vida misma nos vuelva a reunir desde la 3D.... siempre contigo y en ti.

"ABC"
Sin Bandera (2010)

Enamórate de tu Ser Mujer...